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Había llegado a un punto en mi vida donde sentía la necesidad de mejorar mis habilidades lingüísticas, me introduje en Slowly.
Comencé a hablar con personas con el objetivo de practicar el inglés y a su vez conocí a alguien especial. Inicialmente, nuestras conversaciones eran simples intercambios de cartas, con la intención de una sana amistad. Sin embargo, a medida que compartíamos más detalles y comenzamos a conocernos más, al mismo tiempo empezamos a descubrir similitudes sorprendentes y a construir un vínculo más profundo.
Aunque proveníamos de partes opuestas del mundo, la distancia física se desvaneció a medida que compartíamos nuestras experiencias diarias, sueños de familia y aspiraciones. Cada mensaje se convirtió en un pedazo de nuestra historia compartida, creando una conexión que iba más allá de las palabras en la pantalla. La amistad floreció, y Slowly se convirtió en el puente que unía nuestras vidas de maneras que nunca habríamos imaginado.
A lo largo del tiempo, nuestras conversaciones se volvieron más frecuentes, revelando no solo nuestras alegrías y triunfos, sino también nuestras luchas y momentos difíciles. Nos convertimos en confidentes, apoyándonos mutuamente a pesar de la distancia que nos separaba. Cada día se volvía una espera emocionante para recibir un nuevo mensaje, una ventana a la vida del otro lado del mundo.
A medida que nuestra conexión crecía, comenzamos a darnos cuenta de que la amistad que habíamos construido iba más allá de lo esperado. Surgieron sentimientosque no podíamos ignorar. A pesar de la incredulidad inicial, ambos estábamos enamorados. La distancia geográfica se volvía insignificante en comparación con la intensidad de lo que sentíamos.
Decidimos dar el siguiente paso. El nerviosismo y la emoción eran abrumadores, pero desde el momento en que nos vimos, supimos que lo que teníamos era real. La conexión que habíamos construido a través de Slowly trascendía el mundo virtual y se manifestaba en el abrazo cálido y reconfortante que compartimos.
A pesar de las diferencias culturales y los desafíos que enfrentamos, nuestra relación floreció. Slowly dejó de ser solo una plataforma de intercambio de idiomas para convertirse en el catalizador de una historia de amor única. Decidimos que queríamos pasar nuestras vidas juntos.
Hoy, mientras esperamos ansiosos el día de nuestra boda, reflexionamos sobre el increíble viaje que hemos tenido. Slowly nos brindó la oportunidad de encontrarnos y construir un amor que trascendió las barreras geográficas. Estamos agradecidos por la tecnología que hizo posible este encuentro y emocionados por lo que el futuro nos depara como pareja, uniendo nuestras vidas que comenzaron en simples mensajes digitales.
