Nos consideramos iguales. Ella dice que somos como una papa que fue cortada por la mitad.

Nunca pensé que conocería a alguien en esta aplicación, y mucho menos que encontraría a mi alma gemela.

¡POR FIN, alguien que podría entender mi amor por las cartas ridículamente largas!

Las virtudes de la autoaceptación ya no se limitan a creer en mí mismo, sino también a entender que cada incertidumbre peligrosa entre mis fases bipolares valía la pena contar.

Gracias por hacerme darme cuenta de que la valentía no se trata de luchar solo en tus batallas, sino de admitir que a veces también necesito ayuda.

Comenzamos a hablar hace unos 5, quizá 6 años, y hace solo 2 semanas volé para conocerlo propiamente por primera vez.

Alex abrazó cada parte de mí con los brazos abiertos. Sus palabras me llevaron a través de algunos de los días más oscuros de mi vida.

A lo largo de los años, hemos reído juntos, celebrado las victorias y los cumpleaños del otro, llorado juntos, nos hemos apoyado mutuamente, dado consejos y nos hemos motivado para seguir adelante en los momentos difíciles.

He encontrado alegría al celebrar y preservar la esencia de mis raíces culturales a través de intercambios sinceros.

Ese día, ninguna de las dos sabía que nos convertiríamos en tan buenas amigas.

Tres días después del segundo aniversario de nuestra primera carta, ocurrió algo increíble: nos conocimos en persona.

Con el tiempo, las cartas se volvieron más largas y reflexivas, mientras descubríamos pasiones compartidas por la poesía, los viajes y el significado de los pequeños matices de la vida.