Originally written in English. Translated by フェル.
Sin duda, Slowly es la aplicación más impactante que he utilizado en años. Permítanme empezar diciendo que soy una persona bastante escéptica en lo que respecta a la tecnología. Al crecer, la televisión y el cine siempre han sido mis amigos. Aparte de eso, sólo tenía amigos ocasionales, eso es todo.
Hace unos años, me topé con esta increíble aplicación, y recuerdo que pensé que tenía un potencial muy cool. En ese momento, había algunas otras aplicaciones que tenían ideas similares y déjame decir que las he probado todas. Nada me gustó, excepto Slowly.
Recuerdo que cuando la instalé por primera vez y creé mi cuenta, me sentí como si me hubieran absorbido a un mundo mágico y hermoso. El increíble creador de avatares, la fantástica personalización y la sencilla pero atractiva interfaz con el perfil sin fisuras. Todo encaja a la perfección.
¡Inmediatamente empecé a escribir una carta para un nuevo penpal, y me sentí tan feliz, por primera vez, me sentí como si estuviera hablando de mi vida sin filtro, y estaba rebosante de emoción por el hecho de que estaba hablando con alguien de otro lado del MUNDO! Pero en un estilo de carta que lo hacía más atractivo para mí, en un mundo donde los mensajes llegan en milisegundos quitando la anticipación que tiene una carta, una carta Slowly.
Mi primer penpal tenía mi edad, y teníamos muchos intereses comunes. Intercambiábamos cartas básicamente todos los días, y esto se prolongó durante meses, y no se trataba de un solo penpal, sino de muchos penpals con los que, a día de hoy, sigo en contacto.
Desgraciadamente, las cosas no fueron como esperaba con uno de mis penpals, decidimos dejar la aplicación para establecer un contacto en otra aplicación, y estuvo bien durante un mes y dos, pero luego las cosas se estancaron, y dejamos de hablar.
Era evidente que Slowly era el pegamento que mantenía unida nuestra pluma. Si se elimina la sensación mágica de intercambiar cartas cada uno o dos días, el resultado es un tipo de mensajería más bien monótono.
Me apresuré a volver a Slowly, y decidí no volver a abandonarlo, ¡y no me arrepiento!
