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Creo que a muchos pandemia les afectó, sobre todo a los que les gusta mucha conversar por largas horas, incluso aquellas que no están tan acostumbradas a tener esa cercanía, cuando hallé Slowly, me abrí un mundo de posibilidades. Nos quita ese factor que las redes sociales tienen al momento de conocer personas, el factor de la imagen, solo tenemos a lo mucho un avatar que nos representa que trata de abarcar lo más posible de nuestra esencia y es todo. No hay poses, suposiciones, vidas ideales que podemos ver bajando por los feeds. Solo eres tú y tu capacidad de tocar al otro con tus palabras.
Nos regresa eso que se nos robó los ya tan famosos mensajes instantáneos… La emoción, incluso cuando llega la carta y ves que no es tan larga, te emoción, te hace sentir un sentimiento raro en el cuerpo, alguien se interesó en ti o quizá solo fuiste un azar del algoritmo automático, pero esa espera nos regresa la esperanza.
Estar aquí me hizo valorar cosas tan simples como un desayuno, una caminata o la explicación de un día en el trabajo, el día de clases, salir en familia o amigos, algo tan rutinario e incluso se puede decir aburrido, pero que ahora tienes que prestar atención a esos destalles y sacar el mayor provecho posible a las sensaciones porque no sabes si eso será el tema de tu próxima carta.
He conocido a gente tan interesante, gente que me ha respondido aquellas dudas que me daba pena plantear a mi círculo, personas con esa chispa que te hacen reír a carcajadas y desarrollan tu imaginación.
Creo que lo único triste es cuando tenías una conversación tan larga con una persona y esta simplemente se va, pero… Uno se replantea, ¿qué no estamos hechos de pequeñas parte citas de muchas personas? quizá no desaparecen, solo se hacen parte de nosotros para siempre.
