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Historia Slowly  
hoyjudy
hoyjudy | 🇵🇭 Filipinas

Originally written in English. Translated by Martina.

Las amistades de Slowly como una lección para toda la vida

Comienzos – Hablar con las personas siempre me ponía muy nerviosa. Si bien confío en mis habilidades como escritora, siempre pienso que no soy una persona divertida con quien conversar. En ocasiones, incluso me apostaba a mí misma que la conversación con la persona con la que estaba hablando duraría solo un día.

Sin embargo, gracias a Slowly, aprendí que a las personas les lleva tiempo mostrarse tal cual son. ¡E incluso me di cuenta de que a mí también! Aprendí más sobre las diferencias entre las personas alrededor del mundo, pero también descubrí las cosas que tenemos en común.

Es por eso que estoy tan feliz de haber conocido personas con las que me siento muy cómoda en nuestras conversaciones. Lo que me gusta de Slowly es que da a las personas la oportunidad de adentrarse en lo más recóndito de sus mentes y expresar sus pensamientos más profundos. Lo que realmente quieren que sepa la persona del otro lado de la carta.

Mi remordimiento – La universidad está a la vuelta de la esquina y la presión me agobia. No importa lo mucho que disfruto escribir cartas a mis amigos; tuve que dejar de hacerlo. Sentí que debía enfocar cada ápice de mi atención en mi propia vida. Y así, dejé Slowly en agosto. Recuerdo que escribí en mi perfil que regresaría en Diciembre. Jamás lo hice.

El valor de la amistad – Más de un año después, finalmente decidí regresar. Sentía la necesidad de hablar con alguien y pasar tiempo en mi vida social. En ese momento, me preguntaba si vería cartas de mis amigos, las cuales no me esperaba, porque cuando me fui de Slowly, pensaba: «Quizás nuestra amistad no significa mucho para él/ella».

Abrí Slowly y vi que nada había cambiado demasiado. Sin embargo, perduraba la conocida sensación de cuando solía usarlo como un lugar seguro. Pero luego me puse nerviosa. Por qué lo estaría, ¿verdad?

Ahí fue cuando los nombres de mis amigos aparecieron en la pantalla y vi que todos ellos me habían enviado cartas.

Lo que más me rompió el corazón fue cuando leí los mensajes y vi: «¡Espero con ansias tu respuesta!», de un amigo con quien siempre compartíamos canciones al final de nuestras cartas, algo que habíamos acordado por diversión cuando comenzamos a ser amigos por carta.

Otro mensaje decía: «¡Ya es diciembre!». Lo sé. Alguien me esperó.

Abandoné a muchos amigos y me arrepiento de eso. Me di cuenta de muchas cosas. Las cartas son una alternativa a las interacciones reales, pero los sentimientos son verdaderos. Pensé que no me pondría triste, pero luego recordé esos momentos en los que las personas con quienes intercambiaba cartas estuvieron allí cuando tenía miedo y no estaba lista para hablar con la gente en persona.

Slowly me enseñó la lección más importante sobre valorar a las personas que están en tu vida. Jamás las des por sentado. Algunas de ellas están dispuestas a formar parte de tu vida «para siempre» si tan solo haces el esfuerzo para que ellas sientan deseos de hacerlo.

Ahora lo sé, está en mí recuperar los vínculos que no pude mantener y también hacer sentir a los demás la calidez que esta aplicación me hizo sentir.

 

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