Estoy orgulloso de decir que mi mandarín ha mejorado definitivamente, y he podido hablar con adolescentes desde Senegal hasta Suiza y Hong Kong.

El próximo mes, finalmente superaremos esos 320 km que nos separan y por fin nos conoceremos en persona.

Él vino a mi ciudad y nos conocimos y pasamos una de las mejores semanas de mi vida. Se convirtió en uno de mis mejores amigos.

Estaba tan feliz que recorría la casa diciendo "¡HE RECIBIDO UNA CARTA DE JAPÓN!"

Recuerdo que en los años 80 solía escribir cartas reales, hecho de papel y escritas a pluma, con sellos y esas cosas.

Usé toda mi suerte en eso, creo. He conocido a una persona fantástica. Cuando leo sus cartas, siento que estoy con él en España.

Hasta ahora no hemos intercambiado números de teléfono ni queremos conectar a través de otras apps. Honestamente somos felices escribiéndonos cartas y no planeamos cambiar eso.

Ahora también tengo un gran nuevo sueño: comprar un billete a Corea del Sur y volar a Seúl para conocer a mi increíble alma gemela.

Cada carta eran canciones, historias, preguntas curiosas y lindos apodos.

Nos ha conectado no solo a nosotros, sino también a nuestras vidas y corazones...

pero aquí, cada día puedo conseguir nuevos amigos.

Ella tomó un avión y condujo 200 km en coche para ver… ¿a mí? ¿Solo… a mí?