Intercambiamos algunas cartas manuscritas (hasta que la mía se perdió por correo), nos vimos varias veces para trabajar juntos en un café o pasear por las orillas del Sena.

Slowly me dió algo que esperar, materializado en una carta.

Estoy experimentando sentimientos que no sentía desde hace mucho tiempo. Compartimos cosas que nos gustan e intentamos aprender a amar las que no nos gustan.

La Tierra puede ser un lugar aterrador y caótico, pero se siente más como un hogar cuando sabes que hay personas a miles de millas de distancia dispuestas a enfrentar los desafíos aquí contigo.

Claro, la fobia social no fue a ninguna parte, pero vivir con ella se volvió más fácil.

Aún lo mantengo en mi lista de amigos porque es uno de mis encuentros favoritos en esta aplicación.

Me enamoré de sus cartas antes de saber su verdadero nombre o de ver su cara, a través de sus cartas había visto lo que importa: su alma.

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes...

Esta vez, era a una persona que vivía en el mismo país.

Y la vida ha cambiado: viajar en tren se convierte en mi privilegiada «sala de escritura»

Él me mostró Slowly y me dijo que si hay algo que de miedo contarselo a la familia, probablemente te sientas bien hablándolo con un extraño.

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