Slowly me ha ayudado a darle sentido a mi apodo.
Realmente había dejado de ser yo misma este año y me daba miedo todo. Hasta contarle mis problemas a mis amigos cercanos. Me sentía marchita por dentro y por fuera. Tengo poco de estar en Slowly pero durante este poco tiempo, he conocido personas que no creí que pudiera conocer, compartir gustos similares y siendo de diferentes culturas. Desde niña siempre quise enviar cartas a un amigo, con la app he podido sentir esa emoción de esperar por la carta de quienes aprecio. Me ha hecho paciente al saber que vale la pena, cuando dedicas y te dedican un poco de tiempo para enviar unas palabras que pueden alegrarte el día.
Hoy puedo decir que de a poco, como las flores, vuelvo a renacer. Slowly es el rayito de sol que necesitaba para volver a crecer en confianza y mostrar lo mejor de mí al mundo.