Cada carta eran canciones, historias, preguntas curiosas y lindos apodos.

Nos ha conectado no solo a nosotros, sino también a nuestras vidas y corazones...

Ella tomó un avión y condujo 200 km en coche para ver… ¿a mí? ¿Solo… a mí?

Él es 60 años mayor que yo, y aun así podemos encontrar cosas en las que estamos de acuerdo y compartir.

Creo que enseñé la palabra "Merhaba" en turco a al menos 30 personas, significa hola.

Al igual que a muchas otras mujeres en un país del tercer mundo, me trataron y condenaron como si hubiera cometido un acto vergonzoso.

Pasamos unos días juntos en Zagreb, descubriendo la ciudad, compartiendo experiencias y aventuras...

Así que, después de una semana de enviar cartas en Slowly, me pidió que nos viéramos...

Algunas personas se dirigían hacia a mí para aprender un poco de Francés, ¡yo les enseñaba con mucho gusto!

Nunca esperé que alguien me hablara como mi primer amigo por correspondencia lo hizo.

Ellos también me han ayudado a entender mi propia identidad cultural: mi forma de pensar, mi forma de vivir. Soy un nikkei de tercera generación de São Paulo.

Esta chica, a dos mil kilómetros de distancia, que simplemente me escribió, un completo desconocido, aquí en Slowly, se convirtió en una gran parte de mi vida cotidiana.