Ella me ayudó a aprender sobre la cultura y tradiciones chinas. Le dije que, con suerte, algún día tendré la oportunidad de conocerla y podamos probar mucha comida juntos...

Y en un momento supimos que estábamos profundamente enamorados el uno del otro...

La sensación de emoción que recorre mi cuerpo cuando veo que voy a recibir una carta es tan extraña.

En Slowly encontré un buen amigo que siempre me apoya, me entiende, se preocupa por mí y me acompaña en cualquier situación.

A. no huyó, y sus miradas finalmente se cruzaron por primera vez. Fue diferente de lo que esperaban, pero mejor...

¿No es curioso cuán estrecha puede ser una relación desarrollada solo con palabras?

Como periodista, me encanta conocer más sobre las personas y cómo experimentan la vida. Sin embargo, Slowly me permitió ir más allá de lo que esperaba.

En el fondo, creo que todos anhelan descubrir qué hay más allá de los límites de su propia cultura: el enorme mundo en general.

Todo comenzó con "Saudações cara compatriota!" ("¡Saludos, compatriota!"), y en total, terminamos intercambiando 103 cartas.

No importa cómo de lejos vivamos los unos de los otros o de dónde venimos, las palabras escritas con amor y honestidad siempre nos conectarán.

Y lo mejor que me ha dicho es que espera con ansias el día en que podamos intercambiar una carta en coreano :)

Cuando comencé a interactuar con las personas nuevamente, noté que podía tener mejores conversaciones y conectar con la gente a un nivel más profundo.